LA OFERTA Y LA DEMANDA TAMBIÉN ESCONDEN CANALLADAS.

No todo vale para alquilar los últimos apartamentos de la temporada. Que resten pocos no implica despreciar al posible inquilino

No todo vale para alquilar los últimos apartamentos de la temporada. Que resten pocos no implica despreciar al posible inquilino ofreciendo indecencias, ni inflar el precio.

¿Se puede evitar la subida injustificada de pisos en alquiler?

Como tantas veces hemos contado en estas líneas, siempre se dejan caer por nuestra oficina de Inmobiliaria Puerta Elvira muchas personas, desesperadas, a la búsqueda de apartamento residencial de alquiler. Estos amables clientes nos cuentan sus rocambolescas experiencias en su casi imposible tarea. Ayer mismo, apenas iniciado este otoñal noviembre, una chica, no llegaba a los treinta años, recién contratada hace escasas fechas para trabajar, me contaba que llevaba tres semanas buscando apartamento en Granada. Quería una cosa normalita, en torno a 400 euros al mes de renta (estaba en precio, sin duda, para la oferta media de la ciudad), no demasiado grande, relativamente céntrico y en condiciones dignas. -Tres semanas, -le dije- ¿y aún no has encontrado absolutamente nada? -Nada decente -me respondió-, porque sí que he encontrado. Esta misma mañana me han citado para ver uno, del precio y en la situación que pedía y, al llegar, me he encontrado con un estudio (no apartamento), de apenas 25 metros y, 100 euros más caro de mi presupuesto. Es decir, que ni era lo que quería, ni valía lo acordado.

La oferta de arrendamiento se ha visto mermada por la aparición del alquiler turístico.
La oferta de arrendamiento se ha visto mermada por la aparición del alquiler turístico.
La relación calidad-precio goza de buena salud hasta que la oferta cae en picado.
La relación calidad-precio goza de buena salud hasta que la oferta cae en picado.

http://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=2184

Siguió relatándome las condiciones del apartamento… para acabar diciendo que lo que le habían ofrecido era un apartamento de estudiantes, pero de los realmente malos. Por supuesto, nadie que viva en Granada se lleva a engaño cuando oye hablar de “apartamentos de estudiantes”, sin ningún decoro en su aspecto, con muebles desvencijados, pinturas machacadas y condiciones del todo lamentables. Obviamente, si escuchamos a la parte arrendadora, la propiedad del inmueble, entenderíamos no pocas de las razones que llevan a poner en alquiler inmuebles sin la menor decencia, digamos, estética. Razones que se concretan en una: “los estudiantes lo destrozan todo.”Claro que los estudiantes, todos lo sabemos, suelen, de manera habitual, no extremar el celo en el cuidado de sus pisos. Pero también es cierto que no todos cumplen ese rol, y que no a todos cabe achacarles el descuidar sus posesiones habitacionales (que diría un político). Se puede comprender el hartazgo de un propietario que está cansado de remozar cada año su piso después de que los inquilinos lo hayan dejado medio destrozado; se puede entender que cada curso opte por rebajar la calidad del producto que ofrece en alquiler, harto de que en junio encuentre el mismo desaguisado cuando le devuelvan las llaves. Pero, si las cosas discurren de tal manera, lo que no debería hacerse es, a pesar de bajar grandemente la calidad del piso en alquiler, aumentarle el precio desaforadamente. Tetas y sopas, podríamos resumir.

Ante la eventualidad de encontrar que el apartamento que alquilamos a estudiantes esté cada año en peor estado debido al mal cuidado que éstos hacen del inmueble, podemos optar por darle un vuelco a nuestro negocio sin tener que recurrir a una subida desmesurada de un producto que, precisamente, se encuentra más que devaluado. Es más sencillo destinar el alquiler de nuestro apartamento a un cliente distinto al estudiante. A familias, a parejas, a solteros o solteras… cualquier cosa con tal de no tener que sufrir el deterioro del inmueble. De eso modo, probablemente, el piso aguantará en mejor estado y no será necesario entrar con una cuadrilla de limpieza y reparaciones cada junio, amén de cambiar costoso mobiliario.

Aprovechar la escasísima oferta del mercado para inflar los precios de inmuebles que a duras penas pueden llamarse viviendas, es sin duda un hábito cutre que en nada beneficia ni al mercado ni a la imagen de la propia ciudad. Granada como sinónimo de “pisos de estudiantes”, en la peor de la acepción de la expresión, ya lleva demasiados años haciendo bandera en el resto del país. La fama de pisos cuasi tercermundistas a precios disparados no ayuda en nada, ni a nadie. Antes bien, socava el buen nombre de un mercado y una ciudad que deben gran parte de su riqueza y su resonancia nacional e internacional a ser una ciudad universitaria, donde el mercado de alquileres es atrevido, fuerte y diverso; y donde la relación calidad-precio de un apartamento siempre ha ofrecido un variado ramillete en el que encontrar un buen producto para cada bolsillo. Aprovechar el tirón de los apartamentos turísticos para elevar los precios fuera de lo normal, además de arrastrar las calidades, es efectivamente, la filosofía contraria de Inmobiliaria Puerta Elvira. Quizás también en este aspecto debamos profundizar más y empujar a mayor número de propiedades a seguir nuestro ejemplo. Todos queremos ganar dinero en nuestro negocio, pero también necesitamos que nuestro negocio goce de buen nombre y merecida fama.

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