Con el curso académico recién empezado, la ciudad ha vuelto a verse llena de vida, al menos de algo más que en los meses precedentes. Se agradece oír de nuevo el bullicio y percibir el movimiento de una ciudad que ha estado realmente muy apagada de un tiempo a esta parte. Para nosotros, que contamos aún con cierto número de estudiantes entre nuestros clientes, está suponiendo un reto en lo que a algunos de los servicios que prestamos se refiere. A saber: como nuestros clientes saben, dotamos de internet gratuito a casi todos nuestros edificios (exceptuados aquí los que no tienen por razones ajenas a nosotros), y contratamos el máximo de potencia disponible de nuestro proveedor en cada uno de esos edificios. Ahora bien, el uso intensivo que algunos de nuestros inquilinos están haciendo de la señal, en concreto los estudiantes, está provocando una ralentización de la señal, cuando no una caída total del servicio. Como siempre explicamos cuando firmamos un contrato, la señal de internet que ofrecemos es gratuita, como la que proporciona un hotel o una biblioteca pública. Por esta razón, los datos de que dispone la red son limitados, y a repartir entre todos los dispositivos que se conectan libremente a ella. Es imposible asegurar el suministro correcto de una señal wifi a un elevado número de usuarios, máxime cuando cada uno de nuestros apartamentos puede llegar a tener entre 2 y 6 dispositivos conectados. Si multiplicamos esta cantidad de dispositivos por todos los inmuebles, se comprende que el servicio, llegados a este punto, no sea confiable para labores relacionadas con el teletrabajo o las clases online, dos actividades que se han disparado por causa de la Covid.
Si lo que se desea es la garantía de poder afrontar actividades de teletrabajo o clases online, no se puede confiar en un servicio gratuito y compartido, porque éste está pensado para tareas mucho menos exigentes, tales como las redes sociales, los correos electrónicos, la prensa… que son usos de internet mucho más soportables por una red compartida. El trabajo o las clases son, como decimos, demasiado importantes como para dejarlos descansar sobre redes compartidas gratuitas que tienen la capacidad que tienen, aún disponiendo, en cada una de ellas, del máximo de capacidad que ofrece el proveedor.
En cuanto a las medidas implantadas contra la COVID19, seguimos exactamente como hace 7 meses: limpiamos y desinfectamos diariamente nuestras instalaciones, limitamos el acceso a nuestra oficina al número de personas que marcan las autoridades y pedimos insistentemente a nuestros vecinos que cumplan, ellos también, con los requerimientos impuestos para la lucha contra el virus, especialmente en lo que ha reuniones numerosas se refiere dentro de los inmuebles. Esperamos que la insistencia e intensidad de las medidas termine por lograr dar los frutos que todos esperamos.